HIPOCRATES

Hipócrates es considerado el padre de la medicina y los estudiantes de medicina al licenciarse realizan el denominado” juramento hipocrático”, que pretende ser la guía de la buena práctica médica

Nació en Grecia y realizó numerosos viajes antes de establecerse definitivamente en la isla de Cos para dedicarse a la enseñanza y la práctica de la medicina. Murió en Larissa, Grecia.

Su nombre se asocia al juramento hipocrático, aunque es muy posible que no fuera el autor del documento. De hecho, de las casi setenta obras que forman parte de la Corpus hippocraticum, es posible que sólo escribiera alrededor de seis. Sus enseñanzas y su capacidad para la observación clínica quizá influyeran a los autores de esos trabajos y, sin duda, contribuyeron en desterrar la superstición de la medicina antigua.

El juramento de Hipócrates reza así:

"JURO POR APOLO médico, y por Esculapio (otras versiones dicen: por Asclepio), por Higeia (o Higias) y por Panacea (o Panacace), y por todos los dioses y diosas, poniéndoles por testigos, que cumpliré, según mi capacidad y mi criterio, este juramento y declaración escrita:

TRATARÉ al que me haya enseñado este arte como a mis progenitores, y compartiré mi vida con él, y le haré partícipe, si me lo pide, de todo cuanto le fuere necesario, y consideraré a sus descendientes como a hermanos varones, y les enseñaré este arte, si desean aprenderlo, sin remuneración ni contrato.

Y HARÉ partícipes de los preceptos y de las lecciones orales y de todo otro medio de aprendizaje no sólo a mis hijos, sino también a los de quien me haya enseñado, y a los discípulos inscritos y ligados por juramento, según la norma médica, pero a nadie más.

Y ME SERVIRÉ, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar.

Y NO DARÉ ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré tal uso, y del mismo modo, tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente (e inocentemente, dice otra versión).

Y NO CASTRARÉ (otra versión dice: No practicaré la talla) ni siquiera (por tallar) a los calculosos, antes bien, dejaré esta actividad a los artesanos de ella.

Y CADA VEZ QUE entre en una casa, no lo haré sino para el bien de los enfermos, absteniéndome de toda mala acción o corrupción voluntaria, pero especialmente del trato erótico con cuerpos femeninos o masculinos, sean libres o serviles.

Y SI EN MI PRÁCTICA médica, o aún fuera de ella, viese u oyere, con respeto a la vida de otros hombres, algo que jamás deba de ser revelado al exterior,me callaré, considerando como secreto todo lo de este tipo.

Así pues, si observo este juramento sin quebrantarlo, séame dado gozar de mi vida y de mi arte (de mi profesión), y el ser honrado para siempre entre los hombres; más, si lo quebranto, y cometo perjurio, sucédame lo contrario".