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Dietas peligrosas

Nutrición
Autor
Fraternidad-Muprespa

El Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de su Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ante la proliferación de las denominadas “dietas milagro” que prometen una rápida pérdida de peso ha presentado una serie de recomendaciones para evitar los efectos nocivos que estas dietas incontroladas pueden tener sobre nuestra salud. El objetivo principal es hacer entender a la persona que desea perder peso que esto debe hacerse bajo control médico y de manera personalizada.

Los signos que permiten reconocer una “dieta milagro” son:

  • La promesa de pérdida de peso rápida: más de 5 kilogramos por mes.
  • La afirmación de que se puede llevar sin esfuerzo.
  • El anuncio de que son completamente seguras, sin riesgos para la salud.

En resumen, las dietas muy restrictivas y muy bajas en calorías, aunque consiguen que el peso disminuya a corto plazo, constituyen un riesgo inaceptable para la salud ya que pueden:

1. Provocar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales por la falta de consumo de ciertos alimentos.

2. Desencadenar trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y bulimia), a veces de mayor gravedad que el exceso de peso que se pretendía corregir.

3. Producir efectos psicológicos negativos.

4. Favorecer el efecto rebote, es decir, la rápida recuperación posterior del peso perdido.

5. Al abandonar estas dietas, las personas que las siguen no han aprendido a comer saludablemente y vuelven a las costumbres que les hicieron engordar.

Las dietas milagro se pueden clasificar como:

Dietas hipocalóricas desequilibradas: en éstas se incluyen, entre otras, la dieta de la Clínica Mayo, dieta “toma la mitad”, dieta Gourmet o dieta Cero. Provocan un efecto rebote, caracterizado por una rápida ganancia de peso que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular.

Dietas disociativas: dieta de Hay o Disociada, Régimen de Shelton, dieta Hollywood, dieta de Montignac, Antidieta, etc. Se basan en el fundamento de que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. No limitan la ingestión de alimentos energéticos sino que pretenden impedir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación. Esta teoría carece de fundamento científico y los resultados obtenidos sólo obedecen a un menor consumo de energía. Además, este tipo de consumo disociado es imposible en la práctica porque no existen alimentos que sólo contengan proteínas, grasas o hidratos de carbono.

Dietas excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente. Estas dietas pueden ser:

· Ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, como la dieta Dr. Prittikin y la dieta del Dr. Haas. La ausencia total de los lípidos y proteínas en una dieta es nociva para la salud porque, entre otros motivos, impide la absorción de determinados nutrientes, como las vitaminas liposolubles.

· Ricas en proteínas y sin hidratos de carbono: dieta de Scardale, dieta de los Astronautas, dieta de Hollywood y la dieta de la Proteína Líquida. Producen una sobrecarga renal y hepática muy importante.

. Ricas en grasa: dieta del Dr. Atkins, dieta de Lutz. Se conocen como dietas cetogénicas. Pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo.