Normas para el control del colesterol y los trigliceridos
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Normas para el control del colesterol y los trigliceridos

Cardiología
Autor
Fraternidad-Muprespa

En las HIPERLIPIDEMIAS (aumento de las concentraciones de cualquier lípido en el plasma sanguíneo) se dan una serie de condiciones y hábitos que se presentan más frecuentemente en los individuos que desarrollan ateroesclerosis (factores de riesgo).

Algunos de ellos son perfectamente reversibles:

Centrándonos en las hiperlipidemias, es útil recordar lo siguiente:

  • No existe una cifra fija de colesterol o triglicéridos común a todos los individuos a partir de la cual se tenga que instaurar un tratamiento. En general el objetivo es conseguir cifras lo más bajas posibles.
  • Cuanto más joven sea el individuo (menos de cuarenta años), especialmente si es hombre, más debemos insistir.
  • Igualmente lo haremos si existen otros casos en la familia (y si no se conocen se debe indagar sobre ello).
  • Se trata de una enfermedad metabólica, luego puede aparecer aunque no se consuman grandes cantidades de grasas.
  • Tener en cuenta que a veces son algunos medicamentos lo que lo causan.
  • La forma primaria de tratamiento es la dieta, cuando ésta no es eficaz , se puede asociar a medicamentos.

NORMAS

  • Debe bajar el peso si existe obesidad. Si no es así, hay que mantener el peso ideal.
  • No deben ingerirse bebidas alcohólicas.
  • Deben tomarse abundantes frutas y verduras y legumbres con alto contenido en fibra
  • Consumir los dulces con mucha moderación (azúcar, bollos, chocolates…).
  • El arroz, pasta o pan pueden tomarse pero con moderación (aportan muchas calorías).
  • No consumir la grasa de los alimentos (tocino, bacon, embutido).
  • La carne (vaca, cerdo, cordero) se consumirá magra y menos frecuentemente
  • Se recomienda la ingesta de pescado azules (sardina, caballa, salmón, bonito…) ya que se ha demostrado que son muy beneficiosos.
  • La leche, quesos y yogures serán descremados, ya que su grasa es de origen animal.
  • El pollo (sin piel) y el pescado tienen menos grasa, por lo que se consumirán con más frecuencia que la carne.
  • No se tomará mantequilla, pero si margarina de origen vegetal.
  • Dado el gran contenido de colesterol en la yema del huevo, se disminuirá el consumo de los mismos, aun máximo de dos yemas a la semana, aunque se pueden consumir la claras libremente.
  • Los aceites vegetales (oliva, girasol, maíz…) pueden consumirse, pero en cantidades moderadas.
  • La restricción de aceite obliga a una técnica de cocinado más sencilla y no por ello menos sabrosa.
  • Evite el consumo de vísceras.