cerebro con destellos de humo de colores

Reconfigura tu Mente: La Ciencia de la Positividad

Silvia Escribano Cuerva

Transformar tu cerebro con la actitud adecuada

¿Alguna vez has intentado sonreír cuando las cosas no van como esperabas? Una sonrisa, aunque no resuelve los problemas por sí sola, puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a enfrentar la realidad de una manera distinta. Este es el poder de la positividad, que no solo es una actitud ante la vida, sino que también tiene una sólida base científica en la psicología positiva y, más específicamente, en la neurociencia de la positividad.

En 1998, el psicólogo Martin Seligman propuso un cambio de enfoque en la psicología. En lugar de centrarse en las enfermedades y los problemas, Seligman sugirió focalizarse en las virtudes y fortalezas de las personas. Es decir, en lugar de enfocarnos en el sufrimiento, debemos abrir los ojos a nuestras propias capacidades y habilidades para mejorar nuestro bienestar y acercarnos a la felicidad.

La doctora Sonja Lyubomirsky, en 2008, propuso una fórmula para la felicidad. Si la felicidad fuese una tarta, el 50% sería genético, el 10% correspondería a las circunstancias de la vida, y el 40% restante dependería de nuestra actitud hacia la vida. ¿Sorprendente? Las personas felices tienden a interpretar su entorno de manera positiva, miran al futuro con optimismo, confían en sus habilidades y sienten que tienen control sobre sus acciones.

Los pensamientos positivos impactan significativamente en la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse con el tiempo. Cuando adoptamos una actitud positiva, nuestro cerebro libera dopamina y serotonina, neurotransmisores asociados al bienestar y la felicidad. Esto crea un entorno neuroquímico que favorece la neuroplasticidad.

Al centrarnos en experiencias y emociones positivas, fortalecemos las conexiones sinápticas, es decir, las conexiones entre neuronas relacionadas con esos pensamientos. Practicar la positividad de forma continua fortalece estos caminos neuronales, haciendo que nuestra perspectiva ante la vida sea más optimista.

El doctor Seligman propuso el método PERMA para fortalecer nuestro optimismo y bienestar:

  • Emociones positivas (Positive emotions): Fomentar emociones como la paz, gratitud, satisfacción, placer, inspiración, esperanza, curiosidad y amor. Estas emociones nos ayudan a lidiar con los aspectos negativos de nuestra vida.
  • Compromiso (Engagement): Establecer un compromiso con nosotros mismos para buscar actividades que nos permitan alcanzar un estado óptimo de activación y concentración en el presente.
  • Relaciones positivas (Relationships): Buscar y fortalecer relaciones positivas, un aspecto clave para nuestra felicidad. Estas relaciones nos apoyan cuando nos sentimos desanimados en nuestro camino hacia la positividad.
  • Significado y propósito (Meaning and purpose): Encontrar un propósito en nuestra vida que le dé sentido, lo cual nos conduce hacia la positividad y la felicidad.
  • Logro (Accomplishment): Celebrar nuestros éxitos y reconocer nuestros logros, lo que fomenta nuestra autonomía y está relacionado con nuestras habilidades.

Implementar estos pasos en nuestra vida diaria puede ser el primer paso hacia un cambio significativo en nuestra percepción y actitud. Merece la pena intentarlo, ¿no crees?

 
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