La aceptación en tiempos del Coronavirus
El psiquiatra valenciano Javier Garcia Sampayo ha escrito un artículo titulado: "La aceptación en tiempos del Coronavirus" que tiene el objetivo de hacer más ameno el encierro forzoso al que nos hemos visto sometido por la emergencia sanitaria que estamos viviendo y que supone una interesante reflexión para leer en estos días:
"...Un ser vivo tan diminuto como el coronavirus ha puesto en jaque los cimientos de nuestra desarrollada y omnipotente sociedad del siglo XXI. Los españoles que no vivimos la guerra, nunca habíamos asistido a una situación de “toque de queda” en nuestro país y, menos aún, extendida a nivel global. Si uno revisa la historia no es algo novedoso, pero si olvidado. Durante la Edad Media, la “peste o muerte negra” asoló Eurasia en el siglo XIV, alcanzando el punto máximo entre 1347 y 1353. El escritor italiano Giovanni Boccaccio nos relata esta sobrecogedora experiencia en el Decamerón. Se calcula que la peste acabó con al menos un tercio de la población de Europa. Fue la mayor epidemia mundial y cambió la forma de pensar de los europeos de la época desarrollando el sentido de impermanencia, del valor y belleza de la vida humana por su brevedad y el sentimiento de solidaridad y hermandad con toda la humanidad. Todavía quedan múltiples improntas de este período en el arte, como los cuadros de Brueghel el Viejo, o las danzas de la muerte, de las que en España el máximo exponente es la del pueblo gerundense de Verges.
La mortalidad del coronavirus, aunque importante, será mucho más baja. Pero el impacto psicológico puede ser mayor. Una sociedad como la nuestra, en la que el imparable desarrollo tecnológico nos ha hecho creer que tenemos controlado el mundo, difícilmente puede aceptar que tenga que paralizarse por un virus. Las reacciones han seguido una progresión esperable y que constituye el afrontamiento habitual de las situaciones adversas.
Inicialmente, cuando la noticia aparece en China, el sentimiento mayoritario era de indiferencia, a veces teñido de cierta crítica hacia el manejo del problema por un país considerado hasta hace poco como “en vías de desarrollo”. Conforme se fue extendiendo a otros países todavía persistía el sentimiento de inmunidad, de que “eso no pasaría en España”. Ni siquiera cuando Italia, un país copia del nuestro, se vio intensamente atacada, llegamos a sentir que podría afectarnos así. Incluso tras las primeras recomendaciones de cuidado en nuestro país, las personas seguían haciendo una vida casi normal, minimizando el tema. La alarma sanitaria nos confronta con la realidad del problema y ha generado reacciones irracionales como el acaparamiento de alimentos en el supermercado, además de una sensación de falta de control y preocupación, cuando no de angustia.
Como siempre, las situaciones extremas sacan lo mejor y lo peor del ser humano. Lo mejor es la enorme solidaridad, el deseo de aislarse para ayudar a que el virus se auto-limite pronto o la ejemplar actuación no sólo de sanitarios sino de todas las personas que trabajan en los servicios mínimos, como farmacias, tiendas de alimentación o gasolineras entre otros. Lo peor, es la tendencia al chivo expiatorio, a echar la culpa a ciertos grupos humanos. Ya hemos oído a algún político de relevancia internacional llamar al coronavirus “el virus chino”, como si la enfermedades tuviesen patria. Durante las epidemias de peste negra en la Edad Media se echo la culpa a los judíos y sufrieron intensas persecuciones por ello.
La aceptación consistiría en hacer todo lo que podemos hacer por ayudar como quedarnos en casa y ayudar a que otros lo hagan, ser cuidadosos con las medidas de higiene recomendadas por los sanitarios, no acumular comida ni usar innecesariamente los servicios mínimos sanitarios o de otro tipo. Y también en no luchar ni pelearnos con lo que no podemos cambiar. Tendremos que aprender a permanecer en casa durante al menos dos semanas, seguramente más. Aceptar el impacto económico que esta crisis tendrá en la economía global y nacional, y también en la personal. Y asumir que nada está suficientemente controlado: que la impermanencia y el cambio continuo son la esencia de nuestro mundo. Lo positivo de la impermanencia se observa en la situaciones negativas, y es el hecho de que esto también pasará. No se quedará para siempre".
El autor propone algunas recomendaciones para estos días:
1.- Mantén la calma, esto pasará: Es una situación que nunca antes habíamos vivido pero que se sabe como evolucionará.
2.- Sigue las recomendaciones sanitarias, por el bien de todos: Nuestras acciones son importantes. Siguiendo las recomendaciones ayudamos a la sociedad y a nosotros mismos
3.- No critiques ahora las medidas de las autoridades, gobernar no es fácil: Todos tenemos nuestras ideas sobre cómo habría que afrontar esta situación. Habrá tiempo en el futuro para reflexionar si se pudo hacer de otra manera, pero ahora es tiempo de unidad.
4.- Permanece informado pero no “infoxicado”: Bastan 30 minutos al día para conocer si hay nuevas recomendaciones de las autoridades y seguirlas. No es sano estar todo el día escuchando sobre este tema en los medios y hablando de ello. Hay más vida fuera del coronavirus.
5.- Re-descubre la familia y los amigos: Es una gran oportunidad para pasar tiempo en familia o para hablar con los amigos online.
6.- Emplea el tiempo en lo que siempre hubiese querido hacer: Igual no volvemos a tener tanto tiempo libre hasta que nos jubilemos. ¿Por qué no dedicar estos días a hacer cosas en casa que siempre hubiésemos deseado?
7.- Reevalúa tu vida: ¿Voy en la dirección que realmente quiero?: Las grandes crisis son oportunidades de crecimiento. El ritmo vertiginoso de nuestra vida no nos deja tiempo para pensar. En estos días puedes plantearte si le estas dando a tu vida el sentido que quieres o podrías hacer algo diferente con ella.
Los aspectos negativos de la crisis del Coronavirus son evidentes pero, ¿Por qué no intentar centrarnos en los positivos?
Fraternidad-Muprespa ha preparado en su portal web corporativo un apartado específico dedicado al Coronavirus con todos los protocolos y actualizaciones establecidos por las autoridades sanitarias, con consejos que tienen que ver con el cuidado de la salud estos días y como Mutua Colaboradora con la Seguridad Social con las indicaciones para la tramitación de la prestación que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones nos ha encomendado con carácter de excepción.
Además de la documentación oficial, tenemos unos vídeos explicativos del lavado de manos, tan necesario para no ayudar a expandir el virus, y una infografía explicativa del mismo procedimiento para su información y difusión.
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