El aspartamo es el edulcorante artificial que más frecuentemente se utiliza en alimentos, bebidas y sacarinas. Se elabora uniendo dos componentes proteicos, el ácido aspártico y la fenilalanina, y una pequeña porción de metanol.

Hasta su aprobación en el año 1996 por la Agencia Estadounidense Alimentaria (FDA en inglés) el aspartamo ha sido uno de los compuestos alimentarios que mas revisiones y controles ha pasado en la historia de este organismo ante las sospechas de que podía producir epilepsia, tumores cerebrales y otros daños en el sistema nervioso. El aspartamo ha sido asimismo revisado y aprobado por la Comisión Conjunta de Expertos en Aditivos Alimenticios de las Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas y por la Organización Mundial de la Salud. También fue revisado y aprobado por el Comité Científico de Alimentos de la Unión Europea.

Hoy en día está comprobado que el aspartamo es un ingrediente seguro para el público en general, diabéticos, mujeres embarazadas y en período de lactancia, y también para los niños. Las personas que sufren de una rara enfermedad hereditaria llamada fenilcetonuria deben eliminar su consumo. Sin embargo se ha fijado una cantidad de 50 mg por Kg como ingesta máxima diaria, cantidad por encima de la cual puede ser perjudicial para la salud.