CESAREA
El emperador romano Julio César promulgó la ley denominada “lex caeserea” que obligaba a los médicos a extraer al bebé a la madre embarazada de más de siete meses cuando existiera riesgo para la vida del feto.
Actualmente los partos por cesárea se realizan cuando no es posible el parto vaginal o cuando existe riesgo para la vida de la madre o el hijo.
El procedimiento consiste en realizar una incisión en el bajo vientre y en el útero de la madre para extraer manualmente al bebé volviendo a suturar después los tejidos.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el número de partos realizados por este método no deben suponer más del 15% del total. Sin embargo respecto a este punto existe polémica ya esta cifra se supera con creces en algunos países como España en las que los partos por cesárea representan el 20% del total de los nacimientos (según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia).
Los sectores críticos alegan que estas cifras elevadas se deben a la comodidad de los ginecólogos y al miedo de estos a un parto vaginal con complicaciones que les acarree una demanda judicial llevando a cabo una “medicalización” de un acto natural.