Mendel había experimentado con distintas plantas de guisantes que producían semillas verdes y amarillas cruzándolas entre ellas.

Su mérito radica en darse cuenta de que sus experimentos (variedades de guisantes) siempre ocurrían en variantes con proporciones numéricas simples.

Mendel presentó su trabajo en 1886 ante la Sociedad de Historia Nacional de Brunn (Rep. Checa) y fue completamente ignorado.

No fue hasta 1890 cuando su trabajo fue valorado y entendido por el botánico holandés Hugo de Vries, Correns y Tchermark